muletillas orales

Guía para identificarlas y eliminarlas

¿Alguna vez te han dicho que usas demasiado «o sea», «este…» o «como se llama» al hablar? Estas muletillas orales son hábitos que afectan tu comunicación. También se pueden escuchar las 🎙️ Muletillas en entrevistas y podcasts, y su exceso puede restar profesionalismo, distraer al oyente y debilitar el impacto del mensaje. Identificarlas y reducirlas es clave para sonar más claro, seguro y auténtico frente al micrófono.

En este artículo, te explicamos qué son, por qué las usamos y cómo reducir su impacto para sonar más claro y profesional.

¿Qué son las muletillas lingüísticas?

Son palabras, frases o sonidos que se repiten de forma involuntaria durante el habla. Funcionan como un «relleno» para ganar tiempo en una conversación, pero en exceso pueden restar fluidez y credibilidad a tu mensaje.

Ejemplos más comunes

Estos son algunos de los recursos más usados (y abusados) en el español:

  1. Palabras: «Entonces», «como se llama», «bueno», «ah», «eh», «como», «literal», «obvio».
  2. Frases: «o sea», «en realidad», «digamos», «¿verdad?».
  3. Sonidos: «Eee…», «mmm…», «este…».

¿Por qué usamos muletillas al hablar?

  • Nerviosismo o inseguridad: Aparecen en situaciones de estrés o al hablar en público.
  • Falta de preparación: Cuando no dominamos un tema, usamos muletillas para cubrir vacíos.
  • Influencia cultural o grupal: En algunos países o entre jóvenes son parte de la identidad lingüística.

Consecuencias de abusar de ellas

  • Pérdida de claridad: El mensaje se vuelve confuso y repetitivo.
  • Falta de profesionalismo: En entornos laborales o académicos, pueden restar credibilidad.
  • Distracción: El oyente se enfoca en las repeticiones y no en el contenido.

5 técnicas para reducirlas

  1. Conciencia y autoevaluación: Grábate hablando e identifica tus muletillas.
  2. Pausas intencionales: Mejor un silencio breve que un sonido de relleno.
  3. Preparación previa: Organiza tus ideas antes de hablar.
  4. Hablar más despacio: Reduce la velocidad para ganar control.
  5. Practicar oratoria: Únete a grupos de debate o habla frente al espejo.

¿Son siempre malas las muletillas?

No necesariamente. En conversaciones informales dan naturalidad y ayudan a mantener el ritmo. El problema surge cuando se usan en exceso o en contextos donde la claridad es esencial (presentaciones, entrevistas, podcasts).

Curiosidades

  • Varían por país: En España es común «vale», en México «güey» o «pues», y en Argentina «che».
  • Generacionales: Los jóvenes usan «tipo», «o sea» o «literal» con frecuencia.
  • Medios de comunicación: Locutores y youtubers trabajan para evitarlas y sonar más pulidos.

Conclusión

Identificar y reducir las muletillas es clave para mejorar tu habilidad comunicativa. No se trata de eliminarlas por completo, sino de usarlas con conciencia y equilibrio.

¿Quieres practicar? Graba un audio hoy y compáralo con uno en un mes. ¡Notarás la diferencia!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *